Los propietarios de pequeñas empresas que trabajan desde casa y realizan la mayor parte de sus negocios en línea se enfrentan a un desafío común: dar o no su dirección particular. Para aquellos que sospechan un poco de su domicilio, sus opciones son limitadas. Puede obtener un apartado postal o no dar la dirección en absoluto. He hecho ambas cosas, y aunque no creo que importe en muchas situaciones, cada opción puede dar una impresión incorrecta.
Considere, por ejemplo, una página de contacto en su sitio web. No tener una dirección reduce su disponibilidad, puede causar problemas de confianza y puede dificultar que los clientes potenciales lo perciban como una persona «real». El buzón básicamente grita: «Trabajo desde casa», y eso también puede asustar a nuevos clientes.
Hay otras opciones, como alquilar un espacio de correo en una ubicación física local o usar una dirección de oficina virtual que luego le reenvía el correo. Pero estas opciones tienen sus inconvenientes.
Así que les pregunto a mis compañeros propietarios de negocios desde casa: ¿comparten su dirección? ¿Qué tipo de dirección utiliza y cree que afecta la forma en que los clientes potenciales ven su negocio?
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